Hernia del hiato

La hernia de hiato puede ser congénita o adquirida por factores como el envejecimiento, la obesidad, el embarazo o actividades que ejercen presión sobre el abdomen, como levantar objetos pesados.

Los síntomas incluyen acidez estomacal, regurgitación, reflujo, dificultad para tragar, dolor en el pecho y sensación de ardor en el pecho.

El tratamiento de la hernia de hiato puede variar según la gravedad de los síntomas, de las características de la hernia y de las características individuales de cada paciente. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

• Cambios en el estilo de vida: se recomienda evitar alimentos que puedan desencadenar los síntomas de acidez estomacal, como comidas picantes, grasas, café, alcohol y chocolate. Además, es importante mantener un peso saludable, evitar fumar y hacer ejercicio regularmente.
• Medicamentos: antiácidos o inhibidores de la bomba de protones (como omeprazol) para reducir la producción de ácido en el estómago y aliviar los síntomas de acidez estomacal.
• Elevación del cabecero de la cama: se puede utilizar almohadas para elevar la cabecera de la cama, lo cual ayuda a prevenir el reflujo ácido al dormir.
• Cirugía: en casos graves o cuando otros tratamientos no son efectivos, se puede recomendar una cirugía para reparar la hernia de hiato.

Se realizan pequeñas incisiones en el abdomen a través de los cuáles se insertan instrumentos quirúrgicos especiales para reparar la hernia y fortalecer el músculo del diafragma. El tejido herniado se reposiciona en su lugar correcto y se realiza una reparación en el hiato, que es el orificio a través del cual el esófago pasa del abdomen al tórax. Posteriormente se realiza una técnica antirreflujo conocida como funduplicatura.

La reparación laparoscópica de la hernia de hiato es actualmente el “gold estándar” y ofrece varias ventajas en comparación con la cirugía abierta. Estas incluyen un tiempo de recuperación más corto, menos dolor postoperatorio, menor riesgo de infección y cicatrices más pequeñas. 

La cirugía de la hernia de hiato suele requerir 24h de ingreso hospitalario. Posteriormente se recomendará limitar la actividad física durante las primeras semanas después de la cirugía. Evitar levantar objetos pesados y realizar esfuerzos físicos. Además durante las primeras semanas (3-4 semanas) después de la cirugía, se recomendará seguir una dieta líquida o semiblanda para evitar esfuerzo en el área operada. Posteriormente, se irá reintroduciendo alimentos sólidos de forma progresiva. Es recomendable evitar alimentos que puedan causar acidez estomacal o reflujo, como el café, el alcohol, las comidas picantes o con grasas.