Eventraciones por Laparoscopia

La eventración es más común en personas que han tenido una cirugía abdominal con incisión en la línea media del abdomen, si tuvieron complicaciones durante la cicatrización de la herida como infecciones o hematomas, o han sido reintervenidos varias veces. Otros factores de riesgo incluyen obesidad, edad avanzada, enolismo y tabaquismo.

Los síntomas de una eventración pueden variar, pero generalmente incluyen un bulto o protuberancia en el área de la incisión, dolor o malestar en el sitio de la hernia, sensación de presión, debilidad muscular y dificultad para realizar actividades físicas.

El tratamiento de las eventraciones generalmente involucra la cirugía para reparar la hernia y cerrar el área debilitada del tejido. La cirugía se puede realizar mediante un abordaje abierto o mediante un abordaje laparoscópico.

Nosotros recomendamos el tratamiento mínimamente invasivo, en los casos en los que sea posible, ya que es una técnica revolucionaria que ofrece múltiples beneficios. Consiste en realizar solo 3 o 4 pequeñas incisiones en el abdomen, todas ellas inferiores a 1 cm de longitud. A través de estas incisiones, se introducirán una cámara y pinzas especiales para llevar a cabo la reparación de la eventración. Este procedimiento no solo permite suturar el defecto herniario de manera precisa, sino que también incluye la colocación de una amplia malla quirúrgica. Esta malla actuará como un refuerzo de la pared abdominal, previniendo la aparición de futuras hernias.

Las ventajas y beneficios de la reparación laparoscópica de las eventraciones incluyen:

• Menor dolor postoperatorio: la laparoscopia requiere incisiones más pequeñas, lo que conlleva menor dolor postoperatorio y una recuperación más rápida.
• Menor riesgo de infección: debido al pequeño tamaño de las incisiones, hay un menor riesgo de complicaciones como infecciones, hematomas y hernias incisionales.
• Menor tiempo de recuperación: debido a que la laparoscopia implica incisiones más pequeñas y menos daño a los tejidos, la recuperación es más rápida y los pacientes vuelven a sus actividades normales en menos tiempo.
• Menor necesidad de analgésicos: gracias a su naturaleza menos invasiva, la laparoscopia reduce la necesidad de analgésicos después de la cirugía.
• Mejor resultado estético: las incisiones pequeñas utilizadas en la laparoscopia son menos visibles y dejan cicatrices más pequeñas.

Después de la cirugía, los pacientes suelen ser dados de alta del hospital al día siguiente, sin necesidad de permanecer más de 24 horas y sin la colocación de drenajes. Sin embargo, es importante que sigan algunas instrucciones postoperatorias para asegurar una correcta cicatrización. Entre ellas, deben evitar levantar objetos pesados y realizar actividades físicas intensas durante un periodo determinado.